Me olvidé las llaves en el coche.
Me olvidé las llaves dentro del coche y tuve que llamar al cerrajero. Sí, otra vez. Porque si algo me acompaña fielmente, más que mi sombra, es la mala suerte. Y ojo, que no exagero: vivo en un eterno día malo, como si el universo se hubiera apuntado a un club de bromas pesadas… y … Leer más